In Barbastro, Foro B21

DE HOBBY, CONCEJAL

Fernando J. Arilla Mur, miembro de Foro B21

La noticia esta semana pasada del nombramiento como Primera Teniente de Alcalde de Dña. Blanca Galindo, quien ya era concejal de Cultura, Turismo, Hacienda y Régimen Interior y, concretamente, el detalle de que asumía ese nuevo cargo previa renuncia al régimen de dedicación exclusiva y a las retribuciones correspondientes, me ha hecho recordar una serie de cuestiones, inconexas en el tiempo, pero unidas por su importancia.

La primera de ellas es una de las recomendaciones que hacía el economista D. Javier Pérez, en la presentación del estudio sobre ejecución presupuestaria que hizo hace unos días el Foro B21. Vino a decir, entre otras muchas cosas, que en aquellos puestos de libre designación que un ayuntamiento como el de Barbastro puede generar, se debería apostar por contratar personas que, por su perfil formativo y/o profesional, aportaran valor. Claro está que no se refería a los concejales, como claro parece ser el valor que puede aportar la persona designada para el cargo mencionado.

Otra de las cosas que he recordado es que la presente corporación municipal, en el pleno extraordinario del 12 de julio de 2019, aprobó un acuerdo en el que se decía que la “alcaldía, desde el punto de vista de la organización interna, considera que los cargos de alcalde y primer teniente de alcalde necesitan una dedicación total con las retribuciones que ello conlleve.” En consecuencia, se proponía a continuación “determinar que los cargos de alcalde y primer teniente de alcalde realicen sus funciones en régimen de dedicación exclusiva. Dada la complejidad de este ayuntamiento […], a la vista de las numerosas actuaciones urbanísticas, numerosos servicios existentes y prestaciones que se dan a los barbastrenses y al amplio abanico de proyectos que esta corporación tiene previsto desarrollar.” 37.000 euros era la retribución bruta aprobada para el cargo de primer teniente de alcalde.

No sabemos si ahora han disminuido la complejidad, las actuaciones urbanísticas, los servicios y las prestaciones que se nos dan a los barbastrenses, pero todo parece indicar que desaparece la dedicación exclusiva exigida a quien desempeñe las labores de primer teniente. Lo que, entre otras cosas, supone el incumplimiento de un acuerdo plenario.

Otra de las cuestiones que he recordado, tercera de cuatro, son las palabras del propio alcalde en el pleno extraordinario del 18 de noviembre pasado, aquel que debería haber servido para hablar del “estado de la ciudad”. Dijo el señor alcalde (“1:26:05”), refiriéndose a las personas que nos representan como concejales que “el que tenga el valor, el compromiso y la responsabilidad de trabajar por su ciudad, sabe que conlleva un trabajo extra y que gobernar exigirá su esfuerzo, sacrificio y, sobre todo, dedicación.” Y dijo bien, pero añadió un detalle no del todo cierto: “muchos de ustedes vienen a coste cero, y eso es para quitarse el sombrero.

Me interesa matizar esa última afirmación, y no precisamente porque no debamos los vecinos quitarnos el sombrero y estar agradecidos a aquellas personas que nos representan. No es cierto que vayan a coste cero, a juzgar por la información que cualquiera puede leer en la propia Web del ayuntamiento. De hecho, esas asignaciones económicas, su incremento al inicio de esta legislatura, fueron motivo de discrepancia política, al menos en la asignación consignada para los presidentes de las comisiones informativas, hasta tal punto que, tan solo tres meses después de incrementadas, se aprobó un recurso del PSOE que obligó a reducirlas, quedando finalmente la asistencia a estas comisiones en 50 euros. Las demás permanecieron conforme al incremento aprobado inicialmente: asistencia a la Comisión de Gobierno, 200 euros mensuales; asistencia a plenos, 100 euros por cada concejal; comisiones informativas 50 euros y Junta de Portavoces a 120 euros.

Pero verán, es que me parece poco. Sobre todo, porque ejercer de concejal, también de la oposición es, o debería ser, mucho más que asistir a las comisiones informativas y a los plenos. Lo deseable es que quien ejerce esa representación esté dedicado en cuerpo y alma a esa labor, poniendo horas, trabajo e ideas. Y, sinceramente, no creo que los ciudadanos tengamos legitimidad como para pedir a alguien que después de su jornada laboral y de llevar un hogar y una familia adelante, dediquen el tiempo a ejercer labores de gobierno o de oposición; tan importante la una como la otra. ¿Qué tiempo puede dedicar una persona que tenga su trabajo y su familia a las labores de concejal? Si, además, con mucha probabilidad, cuando esté fuera de su horario laboral, también lo estarán los trabajadores y técnicos del propio ayuntamiento. No puede hacer mucho más que acudir a las sesiones, leer lo que alguien le ha escrito y votar lo que le dicen. Mal negocio para nosotros, los vecinos.

Precisamente, la labor más importante de los concejales está fuera de las comisiones informativas y de los plenos. Que corran mundo, que visiten otras ciudades, personas e instituciones, que tengan un horario para recibir a los vecinos, que tengan un despacho propio con medios suficientes, que hablen con los funcionarios y técnicos de la casa y que traten de ir por delante de los hechos. Y eso no se puede hacer gratis. Tampoco en la oposición.

Barbastro tiene ya tamaño y entidad suficiente como para que representar y defender sus intereses no sea un hobby para el tiempo libre. Y entiéndase bien que no estoy minusvalorando la labor de los actuales miembros de la corporación, sino todo lo contrario. Pretendo decir que hay que darles armas para que sean mejores en lo que hacen.

Miren, estamos llegando al final de la legislatura. Entiendo que aprobarlo para uno mismo es impopular y puede tener un coste político que nadie querrá asumir. Pero háganse y hagánnos un favor: dejen aprobado, y no creo que les cueste ponerse de acuerdo, que a partir del próximo mandato, además de aquellos miembros del equipo de gobierno con dedicación total o parcial, al menos un concejal de cada partido con representación pueda optar a dedicarse profesionalmente a trabajar por Barbastro. Y el empleador, los votantes, sabrán medir la productividad de cada uno de ellos y obrar en consecuencia cuando proceda.

Los concejales son precisamente los primeros de todos aquellos de libre designación a quienes se les debe exigir que aporten valor, pero debemos darles el tiempo y los medios. No podemos engañarnos, y esta es la cuarta de las cosas que he recordado estos días, escuchada concretamente en el pleno del 29 de noviembre de 2019 (“1:53:18”): “If you pay peanuts, you’ll get monkeys». O, lo que es lo mismo, “paga con cacahuetes y conseguirás monos». 

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