CIERRA ARTERO, ABRE ACTION
Por Eduardo Pérez Barrau. Miembro del Foro B21
El cierre de una empresa de la trayectoria histórica de Albert &Artero ha caído como un jarro de agua fría en la sociedad barbastrense. Con la desaparición de este establecimiento se pierde una oferta irremplazable para muchos clientes y el gran almacén de referencia de varias generaciones de vecinos y visitantes. Este triste desenlace es el último ejemplo, y el de mayor impacto, de la encrucijada en la que está envuelto todo el comercio tradicional.
Que baje la persiana este negocio local es una mala noticia para Barbastro porque se pierde con él una parte del paisaje comercial que ha definido y caracterizado nuestro tejido empresarial. Se va también un pedacito de ese patrimonio inmaterial con el que se construye la memoria y la identidad colectiva de las ciudades y los pueblos.
Mientras se anunciaba el fin de la actividad comercial de Artero abría al público Action, una franquicia holandesa dedicada a la venta de productos de bajo costo. La publicidad de esta cadena en los días previos a la inauguración recordaba que era su segundo establecimiento en Aragón. Desde el primer día de la apertura, este espacio comercial ha gozado del favor de multitud de visitantes y compradores de Barbastro y de toda nuestra área de influencia.
Resulta cuando menos llamativo que el adiós de la histórica empresa local haya coincidido con la llegada de esta cadena internacional de gran implantación por toda Europa. Una casualidad en las fechas que ha extendido en la ciudadanía de Barbastro una extraña sensación de fin de ciclo, e incluso de decadencia.
Este intercambio en los escenarios de compra se enmarca dentro del proceso de transición del modelo comercial -y de la economía en su conjunto- que estamos viviendo en las últimas décadas. Nuevas formas de consumo que han colonizado completamente las grandes ciudades -y el espacio digital- con la presencia masiva de franquicias y marcas, nacionales e internacionales, y que ahora, en una versión más reducida, aterriza en poblaciones pequeñas como Barbastro. (…)
El paisaje comercial que ha caracterizado nuestra ciudad está hoy más amenazado que nunca. Al cierre de Artero le seguirán otros establecimientos que desdibujarán y vaciarán, todavía más, el centro de Barbastro. La jubilación de los comerciantes “de toda la vida”, los nuevos hábitos de consumo de las generaciones más jóvenes, la falta de relevo en el seno de la empresa familiar y los problemas de rentabilidad de los negocios más maduros serán la puntilla de muchos de estos comercios de siempre. (…)
Para que broten nuevas oportunidades de negocio y podamos asegurar la continuidad del comercio tradicional es indispensable el dinamismo de la economía local. Hay una relación directa entre el crecimiento económico de la ciudad y el consumo en la ciudad, entre las rentas generadas por todas las empresas y empleos y la capacidad de gasto de los individuos y las familias residentes. Para activar este círculo virtuoso de la economía se necesita un botón de arranque: la inversión del sector privado y público en la ciudad.
Barbastro tiene una asignatura pendiente con este objetivo de inversión. Poco o nada se ha hecho para atraer a la ciudad capitales privados, bien sean en inversiones industriales, inmobiliarias, logísticas o de cualquier otro tipo. Ninguna empresa de cierto tamaño se ha interesado por ubicarse recientemente en nuestra ciudad y contribuir a su crecimiento. Este fenómeno tan atípico, casi proteccionista, y en un contexto donde todas las ciudades compiten por la atracción de riqueza, ha supuesto una merma en las rentas totales destinadas al consumo, y como consecuencia, un problema añadido para la supervivencia del comercio local.
Los Arteros y los Action del futuro competirán por las ventas desde dos modelos comerciales rivales. Es deseable para la vida económica y social de la ciudad que ambos formatos mantengan su propio mercado y conserven sus clientes. Para que esta convivencia comercial no acabe arruinando al negocio familiar de siempre, o a la iniciativa emprendedora de ahora, es imprescindible que la política municipal tenga como objetivo prioritario el desarrollo económico de Barbastro.