Por José María Mur, publicado en Ronda Somontano el 29 de Febrero de 2.020
Dentro del ciclo “ Un café con tu concejal “ programado por el Foro B21, este 28 de febrero, le ha tocado el turno de subir a la tarima a la concejal de Desarrollo de Barbastro, Belinda Pallás. Belinda, por esos azares del destino, ha trabajado también como técnica de desarrollo en la concejalía homónima de Monzón, pudiendo pensar alguien maliciosamente que quien va a sacar partido de este curioso status es la población de Castejón del Puente, a medio camino entre Barbastro y Monzón, y tiene razón, pero no sólo Castejón sino también Barbastro, Monzón y el resto de poblaciones que hasta los confines con Cataluña conforman ese eje del bien ( el del mal lo adjudicaron a otros: Cuba-Corea del Norte-Irán….por lo de siempre ) soldado con Binéfar y Tamarite de Litera que cae directa o indirectamente dentro del campo de acción profesional de nuestra concejala.
El evento ha sido conducido de manera sútil y acertada por el periodista de Radio Huesca-Cadena Ser, Sergio Fernandez, en formato de entrevista y preguntas del público posteriores. El contenido ha sido denso y extenso, abarcando muchos temas que incluso rebasaban las competencias de la concejala, aunque vinculados a ellas, porque a veces resulta muy difícil discernir qué es desarrollo y qué no lo es, conviniendo en estos casos tener amplitud de miras no vaya ser que al final todo sea, o debiera ser, Desarrollo con mayúscula. La concejalía que encabeza Belinda siempre ha sido una de las estrellas en cualquier ayuntamiento, obviamente en Barbastro también. Una concejalía de gran peso específico, decisiva, decisoria, en el futuro de la población. No son buenas credenciales para asumir el reto cuando se es novato en política y tienes enfrente una oposición municipal con muchísima experiencia y veteranía que, como es su obligación por supuesto, fiscalizará y controlará la gestión cotidiana con todos los medios a su alcance y, usando términos futbolísticos, jugando al límite del reglamento sin que esté acostumbrada a ver tarjetas amarillas y rojas con expulsiones del terreno de juego. Tan es así que desde que su capitán accedió a él en el ya lejano año de 1979, siglo XX, todavía no lo ha abandonado. Ni Francisco Franco Bahamonde por la Gracia de Dios.
Este peso naif de la púrpura se ha notado en el discurso de Belinda, a la cual por otra parte le honra la asunción de responsabilidades de mayor cuantía. Pero nada, o casi, sale gratis. Pensaban, ella y sus compañeros de equipo de gobierno, que como coloquialmente decimos aquí “ era llegar y engranar “. Pues no. Sorprende que no se hubiesen informado antes sobre el panorama que se iban a encontrar, quizás no creyendo en sus posibilidades de acceso al poder en las pasadas elecciones municipales, a su llegada a la dirección del consistorio. Conviene siempre tener un plan B. La cruda realidad se ha mostrado ante sus ojos y Belinda se quejaba amargamente de que ha tenido que empezar por lo básico, reconstruir una concejalía que, realmente ni siquiera estaba construida de forma racional y coherentemente enfocada al desarrollo de la ciudad. Todo este proceso se lleva por delante tiempo y energías que, fatalmente, se detraen de lo que debiera ser el verdadero objetivo de la edil: levantar el futuro de Barbastro.
Continuando con la lista de agravios han aparecido unos cuantos más, citados tanto por la concejal como por el público asistente: falta absoluta de suelo industrial disponible para ponerse en el mercado, ausencia de planes de futuro para los terrenos del antiguo cuartel, negativa al Instituto Hermanos Argensola por segunda vez en los tres últimos cursos de la implantación del bachillerato artístico, designación del hospital de San Jorge como universitario y el de Barbastro no, dilación, sine die , del nuevo Centro de Salud (en Binéfar que tenían el mismo problema que Barbastro ha llegado Pini y ahora tienen un Centro de Salud nuevo y triplicado en espacio y equipamientos ) local…..El corolario de este estado de cosas, y esto es lo grave, es que tanto Belinda como el resto de sus colegas en el equipo de gobierno muy poco o nada pueden esperar de la Diputación General de Aragón ( DGA ) que, no obstante, sí dispone de dinero para capitales de provincia y otras localidades. Y del mismo color político que la DGA son la Diputación Provincial de Huesca (DPH) y el gobierno central de Madrid. Apañaos estamos. Que, encima, se anuncie por parte municipal que, con la ayuda y soporte de la DGA se va a implementar y presentar en público un plan de desarrollo ( si López Rodó levantara la cabeza ) futuro para Barbastro raya ya en la tomadura de pelo, la chirigota carnavalesca y el cuento-milonga de Navidad prêt-à-porter para la temporada de primavera. Ya es primavera en el Barranqué. Patético.
Ante este cuadro facultativo tan adverso cabe tener entereza de ánimo, capacidad de análisis, cálculo de riesgos y asunción de reponsabilidades con energía y prudencia, pero siempre adelante. Y discernimiento para saber qué ciudad se quiere y que planes se han de implementar. “ Piensa en global, actúa en local “. Lo siento Belinda, pero a Vd y sus compañeros de gobernanza les va a tocar una gestión a cara de perro. Tienen la oportunidad de demostrar su valía y volver a ganar, de ir dando algún golpe sobre la mesa porque quizás sea la única forma de que vayan tirando a tres años y tres meses de los próximos comicios. A lo mejor resulta que hacer política en Barbastro en estos momentos, coyunturalmente, requiere este bagaje y este engranaje.
Desgraciadamente del tono y relato de la concejala no se desprenden, ni se perciben, inputs o activos en la concejalía de desarrollo capaces de hacer frente, hoy por hoy, a toda esta problemática. La resignación, el conformismo, el literalismo en la interpretación legalista de la maraña burocrática que se deriva de normas y reglamentos por cuyo cumplimiento velan muy profesionalmente funcionarios como secretarios, interventores, tesoreros, que también son seres humanos y cumplen con su deber, faltaría más, puede llevarles a un callejón sin salida que eche por la borda sus esfuerzos de toda la legislatura. A veces hay que manejarse con políticas de hechos consumados y si no, no hay manera. No esperen mucha comprensión. Que preguntas como la de la agenda catalana o el plan de gestión de las relaciones con los barbastrenses y somontaneses, de cuna o adopción, en la diáspora se quedaran sin contestar no invitan al optimismo. Tienen a su favor su buena voluntad, excelente actitud, carencia de vicios adquiridos en la práctica política, su disposición a escuchar, su preparación teórica y, aunque cada vez menos, tiempo. Tres años y tres meses. No se me vengan abajo, wey ¡ ( expresión mejicana ).