In Barbastro, Foro B21
EL CENTRO DE SALUD ESTÁ LISTO PARA LICITAR. ¿Y AHORA QUÉ?
“El centro de salud se podría licitar mañana mismo» Con esta rotundidad se manifestaba el director de Obras, Instalaciones y Equipamientos, D. Manuel Muñoz, sobre el estado del proyecto del nuevo ambulatorio de nuestra ciudad ante las repetidas interpelaciones de los integrantes de la Plataforma desplazados a Zaragoza. Como era de esperar, la pregunta que sobrevoló a continuación en el despacho del director gerente fue un expectante: ¿Y ahora qué?
Antes de resolver esta interrogante cuya solución está condicionada por 7,5 millones de euros, y a lo largo de casi dos horas de reunión, se dijeron muchas cosas: unas reveladoras del funcionamiento del Servicio Aragonés de Salud; otras, no menos interesantes, acerca de los problemas de la sanidad en el medio rural. Pero, quizás, fueron los silencios de nuestros interlocutores lo más elocuente de todo nuestro “interrogatorio”.
A la cuestión de si los problemas en el desarrollo de los proyectos hospitalarios de Teruel y Alcañiz, con sus repetidos sobrecostes, habían restado recursos a otras inversiones como la del centro de salud de nuestra ciudad, la respuesta, tras algún gesto de incomodidad, fue el silencio. Cuando se planteó la posibilidad de emplear financiación europea, como previamente algún miembro del Gobierno de Aragón había defendido para el centro de salud del Barrio de Jesús de Zaragoza, la respuesta volvió a ser el silencio.
Al poner sobre la mesa otro agravio sanitario añadido como es el que sufre el hospital de Barbastro respecto del de San Jorge, en cuanto a las injustificables diferencias de medios humanos y técnicos, nuevamente el silencio. Y cuando quisimos conocer el alcance, en los próximos ejercicios, del presupuesto de inversiones de la consejería ante la amenaza de recortes financieros por la crisis económica la respuesta, un último silencio.
Todos estos silencios, acompañados, es justo reconocerlo, por sinceras muestras de comprensión por parte del director gerente del SAS, confirman que no son solo razones sanitarias las que dictan las decisiones inversoras en la Consejería de Sanidad del Gobierno de Aragón. Otras preferencias, políticas o incluso partidistas, determinan las prioridades de gasto que se materializan en el presupuesto público. Aprendida la lección, la próxima estación de nuestra reivindicación será la Consejería de Hacienda y Administración Pública.
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