Escribimos estas líneas para reivindicar la existencia de un personaje histórico, nacido en Barbastro, pero desconocido en la ciudad que le vio nacer. Héroe con nombre de Calle principal en Zaragoza y sin vía con nombre análogo en nuestra ciudad.
En Barbastro no lo conocemos. Nos sentiríamos orgullosos, quizá todavía más de nuestra ciudad. Y que la historia de Barbastro no debe ignorarlo. Tenemos una deuda con este personaje, le debemos un homenaje, de bajo coste: una réplica de su escultura de manera pronta y un nombre de calle.
Esta es la memoria histórica que merece ser recordada. La memoria histórica en positivo. En Zaragoza se le recuerda con la calle de Felipe Sanclemente. Perpendicular a la columna vertebral de la ciudad, el Paseo Independencia. Que para eso luchó: para obtener la Independencia de Zaragoza. Es de Justicia que en Barbastro se le recuerde. Nos sentiremos más identificados con la historia de nuestra ciudad. El visitante apreciará que está en una ciudad con cierto halo de cultura, buena gastronomía y de religiosidad. Pero también de buenos ciudadanos que lo dieron todo: su patrimonio y su arrojo. Quedando en su haber una herida incurable. De comerciante a defensor improvisado. De persona íntegra, a perder su integridad física. Pero comprometido. Se involucró.
Honrado con salvas de honor y vivas en Zaragoza cada año. Inmortalizado en una escultura en bronce. Tuvo que ser el comercio de Zaragoza quien le pusiera en forma de escultura. Lo que no hace la política, lo debe hacer la ciudadanía. Tiene que ser ahora Barbastro quien lo rescate del olvido para conocimiento de todos. El escultor Jesús Gazol ya hizo lo más difícil: hacer los moldes y el diseño. Se basó en los rasgos e indumentaria del retrato de Felipe Sanclemente con chistera que figura de cuerpo entero en la serie de grabados sobre los Sitios
La Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia (ECOS) con motivo del Bicentenario de los Sitios de Zaragoza erigió un busto en la esquina de la calle Felipe Sanclemente con el Paseo de la Independencia. Aquí tenemos a nuestro embajador en Zaragoza. Nuestro histórico representante. Punto de encuentro en Zaragoza para el que añore el Somontano.
Dicen los arquitectos que en el urbanismo hay que revitalizar el centro. Se hace viejo, se degrada. Pero que hay que monumentalizar la periferia. Nos merecemos esta monumentalización. Estaremos en el buen camino de las grandes ciudades. Y en la senda de restituir la buena memoria histórica. Del buen recuerdo del pasado. De no ser menos que Zaragoza, por lo menos recordando a nuestros paisanos. Esta petición no tiene color político. Aquí va la solicitud. Es que los representantes lo asuman como suyo, como propio. Es cuestión de ciudad. Es de Justicia.
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