MONZÓN 5 – BARBASTRO 0
Por Eduardo Pérez Barrau
Ya llevamos unos años que las mejores noticias económicas para Barbastro llegan… de Monzón. Un hecho que es de agradecer porque los efectos positivos de la política industrial de la capital del Cinca Medio se irradian a todas sus localidades vecinas, en especial, a nuestra ciudad. Por obra y gracia de la movilidad laboral, del atractivo urbano diferencial y de la diferente dotación de servicios el influjo del desarrollo montisonense tiene un gran impacto en el sector comercial e inmobiliario de Barbastro.
El anuncio del concejal del ramo de Monzón sobre el interés de varias empresas en afincarse en su municipio es la mejor noticia que podíamos esperar en estos momentos de crisis económica. Una esperanza para retomar el impulso inversor que nuestro territorio necesita y una oportunidad para la creación de nuevos y necesarios puestos de trabajo.
Nuestros vecinos recogen así los frutos de una política industrial desarrollada a golpe de eficacia institucional, de trabajo de campo y de orientación al emprendimiento. Unos ingredientes que sembrados en el campo de la tradición industrial sólo pueden fructificar en más empresas y en más empleo.
Lo que sirve para Monzón es, a día de hoy, inalcanzable para Barbastro. Espolear las inversiones empresariales -y el consumo- mediante las iniciativas públicas que se llevan acabo periódicamente en nuestra ciudad ha logrado una escasa efectividad. O una utilidad que ha beneficiado solamente a unos pocos. El recorrido de estas políticas, como así sucede y todos conocemos, tiende a agotarse cuando se acaba el dinero público que las sostiene. Y así llevamos años.
Mientras nuestros vecinos atraen actividad económica en nuestra ciudad elaboramos un plan estratégico, un documento que, viniendo de donde venimos, puede ser del todo necesario pero que resultará del todo insuficiente. Y lo será si confunde los medios de los que se dispone con los fines que se deben pretender. Es decir, si el esfuerzo político concluye con la presentación del informe y no se substancia en más empresas, en más trabajo y en más bienestar. Solamente este resultado de la acción política, debemos recalcar, será de importancia para la ciudad.
Hasta que esto ocurra habrá que seguir aplaudiendo los anuncios de inversiones empresariales en las ciudades vecinas y esperar «rascar» algo de esa actividad económica para nuestra ciudad.