In Barbastro, Foro B21

Observatorio del sector primario y agroalimentario de Aragón

El pasado jueves tuve la oportunidad asistir como ponente en la mesa redonda de presentación del Observatorio del sector primario y agroalimentario en Barbastro. En el apartado de preguntas Fernando Luna, presidente de CEOS, nos lanzó una pregunta relacionada con las cosas que se podían reclamar a las autoridades presentes: administraciones públicas, Cámara de Comercio, CEOS…

En mi opinión el gran reto que tenemos en la provincia de Huesca no es muy distinto al de otros territorios, se trata de adaptarnos al nuevo orden socio-económico: caída de la natalidad, despoblación en el mundo rural, cambio a un modelo económico basado en las nuevas tecnologías de la información, las comunicaciones…., y donde el talento se cotiza al alza. Todos estos desafíos se perciben como una amenaza por los inmovilistas, pero pueden transformarse en una oportunidad para los más activos que buscan su futuro y trabajan por él con ahínco.

El modelo económico de la provincia de Huesca es claro: importante peso del sector primario agrícola y ganadero, una importante industria agroalimentaria elaboradora y transformadora con grandes y pequeñas empresas, turismo en sus tres vertientes -naturaleza, patrimonio y nieve-, importante sector servicios público/privado y un modesto tejido industrial. Al final todo suma y tenemos que ser capaces de armar un modelo de desarrollo sostenible y compatible con el medio, otro gran activo de la provincia, pero no olvidemos que los habitantes del medio rural tienen que vivir de algo.

No es nada nuevo decir que el sector primario no se deslocaliza, se ubica en el territorio, paga sus impuestos aquí, contribuye a vertebrar el territorio y a evitar la despoblación. Hay que trabajar en generar valor añadido, ahondar en la transformación del producto que producimos, y la ciudadanía tiene que predicar con el ejemplo siendo consumidores y embajadores de los productos del territorio.

No se puede decir que las administraciones públicas no hayan hecho nada en todo este tiempo, pero les queda un largo recorrido, recordar que son los que gestionan los presupuestos. Hacer calles, polideportivos, piscinas en los pueblos esta muy bien, pero si no hay trabajo y un modo de vida conseguiremos tener los pueblos más bonitos: vigilados por un guardia jurado durante la semana y segunda residencia el fin de semana. No se si este es el modelo.

Creo que es el momento de hacer política con mayúsculas, ideas como:

* Crear un frente nacional de las comunidades autónomas en las que este problema empieza a ser preocupante, olvidando las banderas políticas ya que este es un problema de Estado.

* Escuchar antes de legislar a los principales actores del entorno rural: empresas, pequeños empresarios, colectivos, asociaciones; tienen mucho que decir. Es muy fácil hablar del entorno rural viviendo en Zaragoza capital.

* Lo que pueda hacer el capital privado no debe desgastarse la administración pública en liderarlo, sin duda lo hará peor y será menos eficiente, ejemplos tenemos.

* Incentivar fiscalmente el vivir y emprender en el entorno rural, eso se hace pagando muchos menos impuestos y dando mayores ayudas.

* Adaptar la legislación al entorno rural, tiene que ser más flexible, es decir debe convertirse en una ventaja más que un problema como lo es ahora, la normativa esta hecha para las grandes urbes.

* Hacer más llevadero el vivir en el entorno rural acercando algunos servicios, las nuevas tecnologías son un excelente aliado.

* Retener el talento, nuestros jóvenes se van a estudiar fuera y ya solo vuelven de visita.

* Apostar más aun por la formación de cualquier tipo, reglada o no, para que la falta de mano de obra especializada no sea un problema para el desarrollo, eso nos diferenciará en el futuro.

* Simplificar la estructura publica, sin duda sobran instituciones, eso llevaría a un ahorro de costes y una gestión más eficiente, además implica más dinero para lo que es realmente importante.

* Despolitizar las instituciones, la política tiene que estar centralizada en una institución que lógicamente represente a todos los territorios, lo demás es tema de gestores eficientes que prestan servicios a las empresas y ciudadanos.

* Las administraciones deben ser amigas de las personas y las empresas verdadero motor de desarrollo del territorio.

El “Informe del Consejo Económico y Social de Aragón sobre la situación económica y social de Aragón de 2017” dice que la natalidad en la provincia cae un 8% y la provincia pierde 1.377 habitantes, por desgracia este informe marca año a año la tendencia. En la mano de todos esta revertir esta situación no necesitamos grandes soluciones sino muchas pequeñas y el paso del tiempo nos dará la razón.

Javier Pérez Torrente.
Miembro del Foro B21.

Publicada en «El Cruzado Aragonés» el 02 de Junio de 2.018

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