In Barbastro

PRESUPUESTO MUNICIPAL: NADA DE QUÉ PRESUMIR

Foro B21 

El presupuesto municipal es el documento económico y político de mayor trascendencia para cualquier ciudad. Cómo se obtienen los ingresos, a qué gastos e inversiones se destinan y de qué modo se financian reflejan las prioridades y el modelo de ciudad de quienes gobiernan.

El mayor de la historia

Se presume de haber aprobado el mayor presupuesto de la historia: 20,47 millones de euros. Es obligado puntualizar que 2,28 millones corresponden a la venta de patrimonio, en concreto parcelas del Polígono Valle del Cinca. Es decir, ingresos extraordinarios que no existirán en próximos ejercicios.  Sin ellos, el presupuesto se reduce a 18,1 millones de euros. Nada que ver con los 32 millones de Calatayud y los 27 de Monzón y Ejea de los Caballeros, ciudades equiparables a la nuestra.

Escalada del gasto corriente sin precedentes

El gasto corriente no para de crecer. Desde 2015 se ha pasado de 12,83 millones de euros a 17,95 millones en 2025, lo que significa un incremento de cerca del 40 %. Un aumento que no guarda relación con la mejora de la calidad de los servicios que se prestan. 

Dentro de este, la partida destinada a los órganos de gobierno, que incluye las remuneraciones a los cargos políticos, asciende a unos 500.000 €. En los últimos cinco años, el incremento ha sido exponencial. Se trata de una cifra elevadísima que no se corresponde con el tamaño de la ciudad y que en absoluto se justifica por los resultados de la acción política.

Sin margen de maniobra para inversiones

Esta escalada del gasto corriente conlleva que no haya margen para inversiones si no se aplican ingresos extraordinarios. De los 2,47 millones de euros destinados a esta partida, 2,28 millones se financian con la venta de las citadas parcelas. Es decir, el 92 % se paga con aportaciones extraordinarias. Solo 190.000 € de los ingresos ordinarios se destinan a inversiones.

En años anteriores, se ha recurrido al remanente de tesorería (“ahorros”) para cubrir esas partidas. El recurso continuo a estos fondos para financiar toda clase de gastos es una peligrosa anormalidad. ¿Qué ocurrirá cuando se agoten o no se pueda disponer de ellos?

 Sin política económica

No hay previstas inversiones significativas destinadas a favorecer el desarrollo económico y empresarial de Barbastro. La compra y adecuación de suelo industrial no tiene consignación presupuestaria. Tampoco la hay para captar inversiones privadas o mejorar la competitividad de la ciudad.

Sin ambición: Inversiones de mantenimiento y reposición

El presupuesto carece de proyectos ambiciosos y de objetivos ilusionantes. La mayoría del gasto inversor corresponde al mantenimiento y reparación de infraestructuras. Es el caso del de mayor importe: la reurbanización del paseo de los Valles. Nadie duda de su necesidad, pero es inexcusable que estas obras se acompañen de otras verdaderamente transformadoras, capaces de producir cambios cualitativos en la ciudad y que multipliquen la inversión privada. 

Podríamos hablar también de otros asuntos de capital importancia como la inexistencia de una política de vivienda, la ausencia de proyectos que reviertan el deterioro galopante del casco antiguo, la limpieza de la ciudad, la política de subvenciones, los elevados impuestos en relación con poblaciones equiparables…

Ustedes pueden sacar sus conclusiones, pero, a nuestro juicio, no hay motivos para alardear, sino más bien para la preocupación.

 

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