Primera mujer al frente del Consejo Regulador de la D. O. Somontano, es una pionera del enoturismo en la defensa de sus raíces.
Primera mujer en presidir el Consejo Regulador de la D. O. Somontano, que agrupa a 32 bodegas que trabajan 40.000 hectáreas de viñedos. «Solo sé trabajar, y eso voy a hacer. En esta vida que parece tan inhumana, mire dónde he llegado. Mis padres siempre me han dicho que si haces las cosas bien todo tiene recompensa. Solo hay que saber esperar».
Es de Barbastro, vive en Barbastro y desarrolla Barbastro ¿quiso regresar después de estudiar fuera?
Hay etapas en la vida, lo he visto por mí y por la gente que conozco. Barbastro te obliga a salir si quieres estudiar. En mi caso fui a Zaragoza a hacer Empresariales y a Francia de Erasmus, una de las mejores experiencias, y ese sentido de desarraigo que tienes al salir lo suples creando tu propia familia con la gente que te rodea, con amigos. Luego cuando acabas de formarte y vuelves a casa es cuando muchos no quieren hacerlo porque aquí parece que les falta aire. En mi caso lo hago porque llevaba años dependiendo de mi familia y quería trabajar y ayudar, me sentía en deuda y más porque mi padre murió cuando yo tenía 18 años. Fue duro. Te quedas porque no hay otra manera. Casualmente, entré a trabajar enseguida aquí en Moulinex porque no encontraban gente con mi formación. Pensaba que no era el trabajo de mi vida, pero era trabajo y fue una manera muy importante de entrar en el mundo laboral, me permitía tener más libertad y dar apoyo a mi casa. Agradezco mucho esa etapa porque trabajar en una multinacional es muy enriquecedor, y pude estar en puestos directivos; me ayudó a conocer muchas cosas, a estructurar equipos directivos, recursos humanos…
¿Cómo es el regreso?
En su momento necesitas salir, pero después añoras a tu gente. Cuando estaba de Erasmus me surgió poder quedarme a trabajar en Francia, y no pude, tenía que volver a casa. Saber que mis sobrinos crecían y no los podía ver…, francamente no me compensaba.
Está muy arraigada a sus raíces.
No solo de territorio, del que me siento orgullosa, sino, y sobre todo, estoy muy unida a mi familia. Mire, una de las cosas que más me gusta de colaborar en este proyecto es que seamos capaces de crear oportunidades a la gente, lograr que quien se vaya de aquí lo haga porque quiere y no por falta de ocasiones. Crear oportunidades para no tener que irte de tu casa; trabajar para abrir horizontes en tu tierra. Me gustaría poder dar ese futuro a mis hijos, porque no todo está en las grandes ciudades.
Entrevista completa Heraldo de Aragon, 25/02/2018